Para festejar el Magosto, elaboramos una bonita bolsa con forma de castaña. Y como querían llenarla de vida, la colorearon, le pegaron ojitos, cejas y una boca sonriente.
Así de guapos estaban todos antes de salir de clase, aunque volvieron mucho más guapos todavía con la cara pintada y grandes sonrisas tras haber pasado un rato divertido con sus compañeros, profesores y familia en este Magosto del que todos disfrutamos un montón.
¿Quién quiere una castaña?
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